El departamento de Guainía ofrece como ecoturismo extraordinarios recursos naturales, ecosistemas, flora, fauna y biodiversidad. De igual manera, la práctica del etnoturismo es otra alternativa para los inquietos en conocer sobre las culturas indígenas de esta región enclavada entre la Orinoquía y la Amazonía colombianas.
La mayor parte de los territorios de Guainía son planos o suavemente ondulados, pertenecientes al llamado Macizo Guyanés, geológicamente el más antiguo de Colombia; en medio de ellos se encuentran algunas lomas y cerros como los denominados Araracuari, Canapiari, Guasacavi, Mavicure, Pajarito, Rana, Salvaje, Saquiras, Sardinas y las serranías de Caranacoa y del Naquen, con alturas ligeramente superiores a los 500 metros sobre el nivel del mar.
Por la conformación topográfica de sus terrenos predomina el piso térmico cálido y húmedo; sus temperaturas son altas durante todo el año y su promedio anual está alrededor de los 28°c; al sur, donde se inicia la selva amazónica, las lluvias son abundantes y superan los 3.000 mm anuales.
Remanso y los cerros de Mavicure
Está catalogado como uno de los mejores sitios de interés turístico que tiene el departamento de Guainía. Está habitado por indígenas Puinaves.
Por estar ubicada en un resguardo indígena, no hay servicio de teléfono; la única forma para llegar allí es por vía fluvial, que puede ser en transporte en voladora, bongo, lancha o falca; el tiempo de recorrido es de dos (2) horas en promedio.
Allí se encuentran los monumentales cerros de Mavicure, Mono y Pajarito, que parecen altares en medio de la espesa selva, y el majestuoso río Inírida, el cual se desliza en medio de los dos cerros más grandes, formando un imponente raudal, que en verano lo hace innavegable por lo peligroso de su caudal. En verano, a su alrededor tiene unas playas blancas que invitan al descanso y a acampar en hamacas o carpas, y si se prefiere, en el colchón de arena. La cobija es el maravillo manto de la hermosa y encantadora luna roja que sale en medio de los cerros.
Allí se puede pescar; pesca deportiva o para la alimentación mientras se acampa. Se pueden practicar deportes náuticos. En la noche, con lámparas o linternas se pueden apreciar variedad de peces que se posan en las orillas del río Inírida, entre ellos rayas, guaracus, palometas, agujones y cuchas. Aquí se puede disfrutar del sendero ecológico que conduce a los tres cerros, observando toda la vegetación, caños, lagunas y el río que baña a la bella población de Remanso. El recorrido para poder disfrutar del paisaje es de una hora, desde el inicio hasta el retorno.
Comunidad de Coco Viejo
Aunque oficialmente no cuenta con el reconocimiento de Patrimonio Cultural, esta comunidad es ampliamente reconocida por la población del departamento y se le considera como uno de los más importantes patrimonios culturales en su género.
La Comunidad de Coco Viejo es el lugar en que petroglifos antiguos (figuras talladas en bajorrelieve sobre las rocas) son testigos ancestrales de las culturas de la región. Además, su actividad principal es artesanal, especialmente en las áreas de cerámica (barro) y tejidos en fibra de chiqui-chiqui.
Esta comunidad indígena no tiene teléfono. Se desplaza de Inírida por vía acuática o terrestre a unos veinte (20) minutos. Allí se puede observar la majestuosidad de la unión en la desembocadura de los ríos Guaviare e Inírida. El intercambio del color de las aguas que bañan a este hermoso lugar; el Guaviare es de color amarillo y el Inírida es negro. Luego de la unión de estos dos caudalosos ríos continúa el curso llamándose Guaviare, el cual, cuarenta minutos aguas abajo, es tributario del legendario río Orinoco. Los petroglifos son dibujos tallados en enormes rocas milenarias, que según la tradición oral de los indígenas curripacos que habitan este lugar, fueron lenguajes simbólicos dejados por los antigüeros (indígenas de la época precámbrica).
Además del atractivo cultural de la Comunidad de Coco Viejo, vale la pena destacar que por el amasijo de aguas tan monumental, la pesca es una actividad muy rica, practicada con cierta periodicidad por los lugareños, especialmente para el sustento familiar, aunque también desde Inírida, varias personas se desplazan a ejercer pesca deportiva.
Jardín de Las Flores de Inírida - Patrimonio Cultural Natural
El Jardín Natural de la Flor de Inírida está ubicado en las sabanas, en la vía a Caño Vitina. Por su exótica belleza y por la negativa de ésta a reproducirse bajo cautiverio, se ha convertido en el máximo emblema para los iniridenses y para los guainianos. Desde hace varios años, esta flor hace parte de un programa de protección por parte de las autoridades ambientales, por lo cual se realizó una veta total, mediante la cual no es posible llevarla fuera de su hábitat, a menos que sea llevada en fotografías o en videos.
Hay flores en toda época del año y hasta el momento se conocen especialmente dos variedades: Flor de Verano, delicada, y se podría decir que representa por su belleza estética al género femenino; Flor de Invierno, un poco más robusta y representa al género masculino. Existen otras variedades como la Flor Amarilla y la Flor Verde, pero se desconocen sus nombres científicos.
En el Jardín Natural de la Flor de Inírida no hay teléfono. Para alcanzarlo es necesario desplazarse desde Inírida, por tierra, durante unos veinte minutos en transporte terrestre. Allí se pueden observar las espesas sabanas de la espectacular Flor de Inírida, declarado patrimonio natural. La comercialización de estas flores está prohibida y en su hábitat se puede observar gran variedad de aves naturales de estas selvas.
Estrella Fluvial del Sur
Está ubicado en la frontera Colombo-Venezolana. Allí se encuentra la "Estrella Fluvial del Sur", nombre dado por el científico alemán Alexander Vonn Humboltd, hace más de 200 años. Está conformada por la confluencia de los ríos Orinoco, Atabapo y Guaviare.
Además, se puede disfrutar de las más finas, blancas, lindas y resplandecientes playas del río Atabapo. Este río es descrito por el poeta regional Ovidio Ospina Mejía en el libro "Antología Poética del Guainía, Tierra de Muchas Aguas", de la siguiente forma:
En el sitio no existe teléfono. Para alcanzarlo, se hace necesario desplazarse desde Inírida, por río, durante unos cuarenta minutos. Allí se puede observar la majestuosidad de la estrella fluvial, unión de los ríos, Guaviare, Orinoco y Atabapo. Se aprecia cómo se intercambian el color de las aguas que bañan a este hermoso lugar. Al unirse el color del río con el color del firmamento, parece un mar que conjugado con la variedad de aves que allí habitan lo hace mucho más atractivo. Se puede apreciar en este recorrido a la población venezolana de San Fernando de Atabapo, que es habitada hace más de 240 años y que en alguna ocasión fue capital del estado de Amazonas y centro comercial de caucho, chicle y pendare. En este mismo recorrido se puede disfrutar de platos típicos regionales en Amanaven, inspección departamental del Vichada.
No se puede visitar a la "Estrella Fluvial" sin hacer un alto en el camino en Maviso, un islote en roca donde se encuentra construido un hotel fronterizo y donde se obtiene la mejor vista sobre los ríos Atabapo, Guaviare y Orinoco.
Castillo del Fuerte de San Felipe – Patrimonio Cultural
Ubicado en el corregimiento de San Felipe, en el extremo oriental de Colombia, sobre uno de los bordes de ese delgado saliente del territorio nacional, que se interna en tierras brasileñas y venezolanas. Es uno de los últimos lugares patrimoniales en ser declarado bien de interés cultural de carácter nacional y el primero que se reconoce como tal en el departamento de Guainía. El lugar de acceso es por vía aérea, en aviones tipo DC3, aproximadamente a 50 minutos de recorrido desde Inírida. También se puede llegar vía fluvial, haciendo tránsito por territorio venezolano en Maroa, con un recorrido que puede tardar unas 12 horas.
Al corregimiento departamental de San Felipe, Guainía, frontera con Venezuela y Brasil, la comunicación se hace mediante radioteléfonos y es muy difícil por la falta de dotación de equipos más potentes.
Se trata del Fuerte de San Felipe, desconocida construcción cuyas ruinas se levantan desafiando el tiempo frente al río Negro. Se encuentra ubicado dentro de la zona urbana de San Felipe, a orillas del río. Pocos saben que esta esquina del país guarda la memoria de una época en la que se le consideró como punto estratégico para la defensa de los intereses coloniales de la Corona española. Un cuadrilátero de murallas de unos ochenta (80) metros por cada costado, con un par de baluartes que alguna vez dieron espacio a los cañones, recuerdan los días en que los reinos de España y Portugal miraban con mutuo recelo el avance de sus fronteras en el Nuevo Mundo.
Reserva Puinawai
La Reserva Puinawai es uno de los territorios más bellos y desconocidos de Colombia. Ocupa el centro del departamento de Guainía y abarca 1.092.500 hectáreas. La Serranía de Caranacoa ocupa el centro de la Reserva Puinawai, cuyos límites son los ríos Isana y Brasil.
El río Guainía nace dentro de la reserva y abandona a Colombia para hundirse en la selva Brasileña, donde toma el nombre de río Negro. Su cuenca es una de las más ricas en plantas en toda la Amazonía. Culebras y otros reptiles venenosos, así como fieras del estilo de panteras y tigres, son los anfitriones de estas reservas.